top of page
Blog: Blog2
  • Foto del escritorChillonas Mx

Escapar

Ilustración de Skullflower


a.

Escapé.


b.

Algunos hombres aprenden a desaparecer. Algunas mujeres aprendemos el escapismo como un arte.


c.

En Ni de Eva ni de Adán, la escritora belga Amélie Nothomb habla de su relación con un joven japonés que la prodigaba de atenciones, la llevaba a conocer hermosos lugares de su país y le compartía aspectos de su mundo que ella desconocía.

La autora explica la distinción de dos formas de relacionase con la pareja “en japonés”: ai, que se corresponde con la idea de amor apasionado occidental, y koi que alude más bien a un genuino gusto por estar en compañía de otra persona. Amélie afirma que sus sentimientos por Rinri son más cercanos a la segunda acepción; escribe: “[Rinri] debía comprender que él era mi primer koi, en la misma medida en que yo era su primer amor”.

Pero la euforia de la novedad pasa en algún momento y las personas suelen (solemos) necesitar respuestas.


d.

¿De qué se escapa una persona? De un lugar, de una circunstancia, de un animal, de una secta, de un problema…, de otra persona.


e.

“Me escapé de la rutina para pilotear mi viaje”.


f.

En la misma novela, Nothomb narra su ascenso al monte Kumotori, donde la sorprende una tormenta de nieve que la obliga a pasar la noche, al borde del congelamiento, en un refugio cercano a la cima. De cuando logra salir por la mañana para regresar, dice: “La lengua no engaña: largarse rima con salvarse. Si te estás muriendo, lárgate. Si estás sufriendo, muévete. No existe más ley que la del movimiento”.

Más adelante, frente a la ineludible búsqueda de respuestas de Rinri, Amélie recuerda ese aprendizaje vital, “encontraste la solución: la huída. ¿No consigues salvarte a través de la palabra? Sálvate por las piernas”.


g.

El momento previo a la huída me aterra. Pienso que no lograré hacerlo. A ratos, incluso considero que tal vez las condiciones no son tan adversas, que siempre puedo resistir un poco más. Que lo malo no es tan malo, que quedarme ahí no acabará conmigo. Sin embargo algo palpita dentro de mí, me alerta de mi engaño, me repite “debes irte”. Y aunque tarde, aunque necesite un poco de ayuda externa, termino aceptando lo que ya sabía.

El vértigo de escapar no es sino la certeza de una libertad recuperada de la que tendremos que responsabilizarnos.


h.

“I wanna runaway / anywhere out this place”.


i.

Escapé.

-¿De?

De todo lo que no me hace feliz.


j.

No se piense de mí que huyo por cobarde. Por el contrario, lo hago con plena conciencia de lo que dejo atrás. Estoy conforme y dispuesta a afrontar las consecuencias de mi decisión.

Me escapo de los lugares donde no me siento cómoda, de condiciones que ya no soporto, de las reglas injustas que me impusieron, me escapo de la maldad del mundo, del ruido, de algunas personas. Huyo cuando sé que no puedo hacer ya ningún bien, cuando sé que todo está dicho. A veces me escapo de mí misma y de los sueños que ya no reconozco como míos.


k.

El escapismo es también una forma de supervivencia.



20 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page