top of page
Blog: Blog2
  • Foto del escritorChillonas Mx

Atea

Actualizado: 12 mar 2019

Ilustración de Skullflower

No creo en Dios.

Pero si creyera, rezaría por ti, por mí, por todas.

No creo en Dios, pero si creyera pediría que te mires en el espejo y te gustes tanto que se te dilaten las pupilas, que nunca limitaras tus antojos por miedo a subir de peso; desearía que no decidieras en función de remordimientos o preocupaciones.

Si creyera, pediría que nunca te griten cosas en la calle, que no tengas que acelerar tus pasos solitarios envueltos en noche, que nunca le falten el respeto a tu dignidad, a tu integridad, a tu persona.

No creo en Dios, pero si creyera rezaría para cuidar las decisiones sobre tu cuerpo, que decidas siempre respecto a las escatologías de tu vida, que no sientas vergüenza de ti, que no dejes de hacer planes porque no te sientes cómoda en tu piel, que nunca sientas asco de lo que tienes y eres.

Si creyera, pediría que vivas una sexualidad plena y ética. Que te disfrutes toda, que experimentes, que no te quedes con las ganas. Que te conozcas y te compartas; que te guste también estar contigo, que sepas que eso no es estar sola.

No creo en Dios, pero si creyera, pediría que se alejen de ti quienes te dañan. Que nadie te violente, que nunca te llamen “puta”, que nunca te hagan sentir culpable por expresar tu sentir, que no te escatimen (ni te escatimes) tiempo de cuidado ni te hagan sentir insuficiente. Que jamás sientas que te están haciendo un favor por acompañarte en el camino.

Si creyera, le pediría que te aleje de toda relación que te haya lastimado, que haya abusado de tu confianza y del amor que le tienes, que te haya aislado, que haya ignorado tu deseos, que te haya hecho a un lado. Pediría que nunca más te sientas insegura o con miedo, que no vuelvas a consentir aquello en lo que no estás de acuerdo. Que no te celen, que no vuelvas a sentir celos. Que no te culpen de sus violencias, que no sientas el impulso de justificarlas. Le pediría que te desapegues sin dolor, sin angustia.

No creo en Dios, ya te lo digo. Pero si lo hiciera, ¡le pediría para ti tantas cosas!: tranquilidad, felicidad, autonomía. Las pediría para ti, para mí, para todas.

No necesito decírtelo, tú ya lo sabes: no rezo, no pido… Porque, querida amiga, yo no creo en Dios. Pero creo en ti, en mí, en todas. Tengo fe. Creo.

Creo en tu potencia (auto)sanadora, creo en tu fuerza, en tu capacidad de resiliencia. Conozco la neblina que te envuelve y entiendo lo difícil que es salir de allí. Yo no conozco dios alguno, pero te conozco a ti y en ti creo, en mí, en todas.


Ilustración de Skullflower

9 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page