Guía para ir a una sex shop y no morir (de confusión) en el intento

(Texto dirigido a personas con vulva)

Por: Delia González

Ilustración de Sara Chabela

Entrar a una tienda de juguetes sexuales por primera, segunda o por quinta vez, puede ser abrumador. Las paredes están abarrotadas de objetos fálicos, de ropa interior, de botes que contienen líquidos de todos los colores y objetos con formas tan abstractas que no se sabe muy bien si son decoración o están a la venta.

Los vibradores y los dildos son los juguetes más populares, y probablemente, la mejor opción para iniciar en el maravilloso mundo de la masturbación con juguetes eróticos, así que iniciemos por ahí.

Un dildo y un vibrador no son lo mismo, aunque se suelen usar como sinónimos.

Un dildo es un objeto que se puede insertar vaginal o analmente y que no vibra. Su forma es fálica, y los encuentras muy realistas (simulando un pene), rectos, curvos, con textura, con ventosa (un chupón que permite pegarlos a la pared) y de todos los colores. ¡Ojo!, para penetración anal hay que buscar y preguntar por dildos diseñados especialmente para eso.

Se le llama vibrador a cualquier juguete que vibre. Es decir, si tu dildo vibra, entonces no es un dildo, es un vibrador. Pero hay muchas formas, tamaños y variedad de vibradores.

Las balitas vibradoras, llamadas así por tener la forma de una bala, son los más recomendadas para iniciar por dos razones. La primera: suelen ser los más accesibles económicamente; y la segunda, aproximadamente el 70% de las personas con vulva pueden tener orgasmos solo estimulando el clítoris, por lo cual es un juguete que rara vez queda mal.

Otro beneficio es que las balitas pueden ser muy discretas pues algunas son de apenas 5-6 cm.

Hay vibradores diseñados para estimular el punto G. Vale la pena recordar que el punto G, no solo es una zona placentera, es todo un órgano y éste se llama próstata. Estos vibradores tienen la punta curva, entonces al introducirse la vibración estimula la próstata.

Otros famosos son los conejos vibradores. Éstos estimulan más de una zona a la vez. El eje más largo se introduce vaginalmente y se puede elegir la intensidad o ritmo de la vibración interna. Así mismo, trae una extensión un poco más pequeña que tradicionalmente tiene forma de conejo o de orejitas de conejo, por eso el nombre, y esta parte estimula el clítoris.

También los hay con una forma más básica. Cualquiera de las dos puntas tienen distintas configuraciones, puede que vibren, pero también se mueven, giran y varían en intensidad y ritmo.

El material es un tema muy importante. Busca que el material sea seguro para el cuerpo) Hay materiales que son porosos por lo que son difíciles de lavar y pueden albergar bacterias y favorecer infecciones de transmisión sexual. Además el material debe ser hipoalergénico y libre de sustancias químicas tóxicas (níquel, plomo, phtalatos, parabenos). La opción segura más popular y fácil de encontrar es la silicona de grado médico. Los juguetes más baratos, lo son por una razón y es que suelen usar un material poroso e inseguro. Pero esto no está del todo mal porque tener acceso a juguetes económicos nos permite explorar y saber a qué tipo de juguetes sí invertirle. Eso sí, si la seguridad del material de tu juguete es dudosa, usa un condón si lo vas a utilizar para introducirlo vaginalmente.

¿Cuál elegir?

Conocer las opciones más populares en vibradores es una gran herramienta para elegir un juguete sexual, pero lo más importante, siempre, es el conocimiento que tienes sobre tu propio cuerpo.

Para llegar a ello, funciona hacerse un par de preguntas. ¿Qué es lo que más me gusta hacer al masturbarme? ¿Cómo llego más rápido al orgasmo? ¿Qué tipo de estimulación me gustaría llevar al siguiente nivel?

Si generalmente la penetración es tu forma favorita de estimularte y te permite llegar al orgasmo, ya sabes que puedes de ir por un dildo. Y si te interesa darle el plus de la vibración, busca vibradores con una forma que permitan la penetración.

Si el interés principal es el de explotar el potencial del clítoris, siempre recomiendo comenzar por una balita sencilla, de las que solo traen un nivel de vibración y usan pilas (puedes encontrarlas en $200 o menos). Porque si es lo tuyo, después puedes invertirle a una con mas funciones, ritmos, más potencia y que sea recargable.

Generalmente las personas que trabajan en las sex shops están bien capacitadas y están en la disposición de guiarte y mostrarte los juguetes que te llamen la atención (¡incluso puedes tocarlos y sentir la vibración!). En realidad hay muchos tipos de vibradores y dildos: la clásica magic wand, con control remoto, vibradores para ropa interior, dildos que se pegan a la pared. Mi recomendación es revisar varias páginas, ver la variedad que ofrecen, los materiales, y precios. Anímate a darte otra vuelta, piensa en las preguntas propuestas y llévalas en mente a la hora de animarte a ir o regresar a una sex shop.